Confesión de una lectora enamorada 👩🏼💻💏
Imagen: https://www.instagram.com/evaart_4ever/
Fue en enero cuando lo conocí, en un
momento en el que no tenía planeado enamorarme, en el que los sentimientos en
mí no querían existir, en dónde para mí todos los hombres eran iguales y era mi
tiempo para ser la mala del cuento y hacer lo que me diera la gana... Pero lo
conocí, y fue inevitable seguir con mis planes.
Esa noche me escribieron unos amigos para
salir a rumbear. Al principio no iba a poder ir, pero a última hora se dió y
gracias a Dios, de lo que me hubiera perdido si no... El plan era que el taxi
me buscaría a mi primero y luego a ellos, cuando llega, y me dirijo a abrir la
puerta, ésta es abierta primero, y para mí sorpresa lo primero que vi fue una
sonrisa. Una sonrisa que me dejó In love
desde el primer instante, tanto así que no me percaté que él me estaba
saludando y mucho menos escuché cómo se llamaba, toda mi atención estaba en su
sonrisa y luego en sus ojos. Me presenté haciendo el mayor esfuerzo para no
tartamudear y me sumergí en el teléfono entrando y saliendo de la galería de
fotos simplemente para no subir la mirada ni tener otro contacto con él, me
sentía realmente estúpida, normalmente yo era la que causaba ese efecto.. ahora
era yo la afectada y no, no me gustaba esa señal. Sobre todo por el hecho de
que me vió todo el camino y me ponía aún peor.
Una vez en la discoteca, traté de no hacer
mucho contacto con él, esa noche empezaba muy bien, muchos amigos, muchos
conocidos, amo bailar y no paraba de hacerlo, él en varias ocasiones intercambió
palabras conmigo, veía su intento de socializar, pero yo estaba reacia, hasta
que lo ví bailar y me dije que tenía que bailar con él. Hay que sumarle a eso
que ya estaba algo prendida, así que no dude y le coquetee, empecé a bailarle y
respondió, en ese momento me di cuenta que estaba muy atraída por él, bailamos
prácticamente toda la noche, hablábamos por encima de la música, coqueteabamos,
pero siempre mantuve la distancia como para que se diera cuenta con qué tipo de
mujer trataba, además deseaba de todo corazón que fuera diferente a los demás,
no quería que hiciera nada indebido que me decepcionara, con eso de que
"persona que se conoce rumbeando no vale la pena" . Casi al final de
la noche salimos del bullicio para hablar y me resultó demasiado simpático,
inteligente, y sincero, y tan sólo hablé diez minutos con él. La conversación
iba perfecta hasta que me dijo que tenía planes de irse del país, en su
expresión se notaba una especie de
tristeza y yo sentía cómo me desmoronaba
por dentro, yo creo que ese día empecé a creer en el amor a primera vista.
Omití el hecho de que se iba y me fijé en disfrutar el momento. Ese día termino
bien, me pidió el número, me escribió esa madrugada diciéndome que le había
encantado conocerme y que quería probarme que no todo hombre que se conoce
rumbeando no vale la pena. Al principio estaba desconfiada, no le veía sentido
seguir hablando con él y mucho menos salir, pero me di la oportunidad, nos
fuimos cayendo muy bien, salimos, compartimos, se dieron nuestros primeros
besos... Pero venía el tema... ¿Qué va a pasar? Tú te vas...
Al principio el acuerdo era sencillo,
salir, pasarla bien, y chao. Acuerdo que yo misma ofrecí, y que a él le cayó
como anillo al dedo, cero compromiso.
En el fondo yo quería todo con él pero sabía
que no era cuestión de que sólo yo quisiera. Pasaban los días y era imposible
no enamorarme más de lo que ya estaba, y no quería aceptar. En un mes ya estaba
totalmente enamorada de él, era tan intenso todo, tan divertido, tan no
monótono. Pasamos el 14 de febrero juntos y ese día empecé a sentir que él tal
vez sentía aunque sea un poquito de lo que yo sentía. Unos días después fue el
cumpleaños de mi mamá y yo lo invité, mi familia lo conoció y muchos dieron por
sentado que era mi novio ¡Y eso a él no le molestó! Es mismo día nos fuimos a
rumbear y de lo menos esperado, bailando, cómo nos habíamos conocido, me agarró
la cara, me miró fijamente y me dijo "Ya no quiero que estés soltera,
quiero que seas mi novia" esos segundos mi cerebro se paralizó y tuvo que
repetir como tres veces más "¿Quieres ser mi novia?" ¡Fue el mejor
momento, no me lo esperaba! Después de mi "Sí" vino la conversación,
después de todo él igual tenia su plan del viaje. Un viaje por un mejor futuro
para él y su familia, algo que no iba a permitir que abandonara por mi...
Pues, resulta que esa fue la conversación
más fácil de todas, él desde el primer momento y sin dudas me dijo que estaba
dispuesto a llevar la relación conmigo a distancia, y que haría todo para que
pronto estuviésemos juntos, que mientras hubiera confianza y comunicación todo
se podía, y con amor de por medio más aún. Me dijo que él no iba a dejar ir el
que podría ser el amor de su vida por unos kilómetros de separación de cuerpos.
Fue genial verlo tan decidido, tan confiado, y a pesar de mis miedos, en ningún
momento dude de que funcionaría, porque si yo quería y él quería, SE PODÍA...
¡Y si que se puede!
Nos concentramos en estar juntos el tiempo
que nos quedaba antes del viaje, nos veíamos prácticamente todos los días, cada
día se afianzaba más la relación y mientras el tiempo pasaba más planes a
futuro hacíamos. ¡Todo fue fluyendo e iba perfecto!
Habló con mis papás, dió su palabra y dijo
que no me haría daño, que me amaba y me respetaba y que si se iba era porque
debía y ya no solamente por su futuro y el de su familia... ¡Sino por el
nuestro!
Pasaron los meses y llegó la fecha de su
partida, solo pudimos estar 4 meses. Meses que nos bastaron para saber que NO queríamos
arruinarlo y que el amor era verdadero. Esa despedida en el aeropuerto fue durísima,
y a pesar de que llorábamos mucho cuando salía el tema del viaje, ese día fue
mucho peor, descubrimos que no estábamos nada preparados para el "hasta
pronto", pero bueno él me sostuvo, yo lo sostuve y nos dimos el abrazo y
beso más puro que pudimos haber dado algún día. ¡Yo lo sentí!
Desde el instante en que cruzó la puerta de
embarque hasta el día de hoy la promesa que nos hicimos de la confianza y la
comunicación sigue intacta, en cambio nuestra relación no está intacta, está
aún mejor, he descubierto que la distancia en vez de truncar nuestra relación,
ha logrado fortalecerla, ha logrado que nos queramos más, que nos deseemos más,
que nos queramos ver con más ansías y que todo lo que hagamos sea pensando en
nosotros y con el fin de volver a estar juntos.
Aún faltan unos meses para volver a vernos,
y han pasado 65 días sin verlo... ¿Pero que son 65 días o 150 días, si puedo
tenerlo a mi lado otra vez, y si sé que a la larga esos días sin el pueden
transformarse en años con él?
El que quiere puede, y en cuestión de
distancia sólo es fundamental una cosa, sentir verdaderamente el amor. Con eso,
tú mismo crearás las medidas necesarias para que TODO funcione❤
Así termina este relato, una linda historia de amor. Gracias por compartir tu historia con nosotros, miles de bendiciones para los dos. Att: Florcita.
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