Dicen que si una persona está destinada a estar contigo, tarde o temprano lo está. Así fue como unos meses después comenzamos a hablar de nuevo. Él estuvo a mi lado en un momento muy triste, que fue la muerte de mi abuela materna. Recuerdo que luego de enterarme de eso, él fue a una de las primeras personas que llamé para contarle lo que había pasado, primero porque sabía cuánto se querían ambos y segundo, porque nadie mejor que él para acompañarme en ese momento. Ese día él estaba en una reunión de trabajo y en cuanto le conté me dijo “Puedo ir a tu casa” porque yo vivía con ella y mi familia, le contesté que sí y en menos de 30 minutos estuvo ahí. Esos días me hicieron darme cuenta que aunque estuvimos separados, la forma en la que nos tratábamos y cómo nos comportábamos no había cambiado. Parecía que el tiempo que pasamos separados nunca existió.

Decidimos darnos otra oportunidad. Una de las mejores decisiones de mi vida, si me lo preguntan. Nos faltaba madurar en algunos aspectos y durante ese tiempo lo hicimos. Recuerdo que cuando hablamos sobre darnos otra oportunidad a ver cómo se daban las cosas, me dijo “Te quiero invitar a tomar un MacCafé y recordar nuestra gran primera cita cuando no sabía que esa "flaca de 14 años" me iba a enamorar e iba a durar 2 añitos y un poquito más con ella, y ahora después de terminar por cosas de la vida vuelva a pedirle que salga conmigo a tomarnos un café, ¿Quisieras tener conmigo esa primera cita de nuevo?". Era algo que no me creía que estuviese pasando, porque después que terminamos siempre recordaba que él una vez me había dicho que él terminaba para no volver, entonces esas palabras siempre rodaron en mi cabeza cuando me imaginaba alguna reconciliación. Otra pequeña muestra de que lo nuestro es especial.

Nota: No tenía 14 años cuando lo conocí, lo que pasa es que yo nunca he aparentado mi edad, siempre me calculan menos de mi edad, en uno de los eventos en los que coincidimos él si me vio, porque uno de sus compañeros camarógrafos me saludó, y muy chistoso él le dijo al compañero “si eres asalta cunas esa niña debe tener 14 años” cuando realmente tenía 20 años.

Nuestro primer segundo beso también fue en la playa, igual de especial, ésta vez las olas me ayudaron a ser yo quien diera ese primer segundo beso, fue muy lindo. Y aunque estuvimos distanciados un tiempo, desde que nos conocimos no dejamos de celebrar ningún San Valentín, hasta en eso el destino hacía de las suyas, desde que nos conocimos hasta hoy hemos celebrado cada San Valentín juntos. Esta vez la primera cita fue en la playa y no a tomarnos un café, por cosas de la vida ese primer segundo café aún está pendiente...¡Jajaja! Pero no fue en esa cita que nos dimos el beso, fue en la que le siguió.

Ya tenía tiempo pensando en mudarme sola, pero no se me había dado la oportunidad, en esos días en que estábamos en camino a volver, se me dio la oportunidad de irme a vivir sola. Un primo se iba de viaje unos meses y necesitaba que le cuidaran su casa y sus perritos, y yo acepté ayudarlo. Sentía que ese era el primer paso para mí independencia. Todo fue muy bien, él pasaba algunos días conmigo y me ayudaba con los gastos sin vivir por completo ahí. Entonces un día mientras le contaba que ya faltaba poco para que mi primo regresara y tenía que conseguir otro lugar él dijo algo que me sorprendió mucho, y fue “Sí, tenemos que buscar a dónde mudarnos”. Sin que él lo notara yo no podía de la emoción y sorpresa de que él decidiera que sí quería vivir conmigo. Supe que las cosas iban cada vez más serias, porque en otras ocasiones, antes de terminar, le mencionaba la idea pero se hacía el loco, por lo que veía que él aún no estaba preparado para dar ese paso. Por lo que fue muy especial que fuese él quién tomara la iniciativa esta vez.

Entonces mi primo volvió, dejé ese apartamento, conseguimos un lugar y nos mudamos juntos... ¡Wow! No saben lo complicado pero maravilloso que puede ser vivir con esa persona que quieres. Aprendes a conocerlo, aceptarlo y quererlo mucho más. Ha sido una etapa increíble y súper enriquecedora.

Vivir con él es algo que anhelaba bastante, ya habíamos convivido durante algunos días juntos y fueron días hermosos y donde fui conociendo algunas de sus mañas. Dormir y despertar a su lado cada día ha sido maravilloso, verlo dormir es tan tierno, y escuchar sus ruidos raros cuando le da alergia es algo que a veces daba miedo, entre algunas otras cosas que hace, que ya son graciosas para mí y ahora extraño.

No es sencillo convivir con alguien y menos cuando no estamos acostumbrados a compartir nuestro espacio, tanto tiempo, con esa persona, pero poco a poco comprendes esos detalles y aprendes a aplicarlos.

Hay tratos que pueden hacer para que la convivencia sea buena, por ejemplo los quehaceres no tienes que hacerlo todo tú o todo él, debe ser mitad y mitad.

Esto es algo que siempre hemos aplicado, todo es 50/50, o sea los gastos y el trabajo. Al principio de nuestra relación yo no trabajaba por lo que no podía aportar económicamente en salidas, y todo lo pagaba él, pero, en cuanto comencé a trabajar, todo ha sido hasta el momento mitad y mitad. Es más sencillo y realmente bueno.

Convivir con esa persona es una experiencia tan bonita, aprendes tantas cosas como calmarlo, qué le molesta, qué le gusta, qué lo estresa y te adaptas a sus mañas y él a las tuyas jajaja. Te vas enamorando cada vez más de esa persona realmente como es. Aunque nunca termines de conocerlo, porque según las cosas que vayan viviendo juntos, iras aprendiendo más de él.

Mientras vivimos juntos recuerdo que tuve vacaciones en el trabajo, entonces me fui durante 2 semanas a visitar a mi abuelos, disfrute mucho esos días con ellos y mi hermana, pero en el fondo no hubo un día donde no lo extrañara, y esperaba que él también a mí aunque no me lo dijera, llegó el día de regresar y estaba emocionada por volver a nuestro hogar y triste por irme.

Llegué al aeropuerto, y él estaba en el trabajo. Me buscó mi cuñada y sobrino hermoso, y me llevaron a casa, él ya estaba en casa cuando llegué. En ese momento vivíamos en un anexo detrás de la casa de la mamá de mi cuñada, o con-cuñada ya que es la esposa del hermano de mi novio, todos estaban en casa de la señora, entonces entré y los saludé a todos y me dirigí al anexo, él me ayudó con la maleta, dejé la maleta y de repente me agarró por la espalda y me abrazó, me volteé y me lleno de besos mientras me alzaba para cargarme con un fuerte abrazo, con el que me dijo cuánto me había extrañado. Fue un momento tan hermoso, y con esa imagen en mi cabeza, es como anhelo que sea nuestro reencuentro, y me lleno de ilusión y amor. Sueño con un abrazo de esos todos los días.

En nuestra relación siempre hemos compartido muchas cosas, pero sobretodo trabajos, de los 5 trabajos formales que he tenido en mi vida, en 4 hemos sido compañeros. Y ha sido una gran experiencia verlo cómo se desarrolla en el ámbito laboral y cómo somos en ese aspecto como compañeros

La forma en la que se lleva con mis hermanos, en especial con el que me sigue a mí, es muy chévere, lo trata como si él fuera su hermano mayor y aunque tienen un carácter similar, se llevan súper bien. Con mi hermano más pequeño también es buena pero es una relación normal, también lo cuida y aprecia pero como no han compartido tanto no hay mayor afinidad, y con mi hermana es una relación normal, nada especial.

Algo muy lindo, era la relación que él tenía con mi abuela materna... ¡Wow! Casi que era un nieto de sangre más para ella, hablaban muchísimo y la pasaban bien juntos, era increíble la afinidad que tenían.

Con mis abuelos paternos no ha tenido mucho contacto pues ellos no viven cerca, y a mis tíos sí los conoce a casi todos al igual que a mis primos, y yo sus tíos y primos, con ellos si he compartido muchísimo y han sido increíbles conmigo.

Hay algo muy loco, o de mucha casualidad en esta historia, y es que muchas veces me ha pasado que pienso en algo que quisiera que él me dijera o hiciera pero no quiero pedírselo por equis cosa y al rato o a los días sucede así, justo como quería y no sé si esas cosas pasen comúnmente, si soy yo la que las ve especiales o realmente hay algo que va más allá.

Apoyar a tu pareja es algo que debes hacer, por un lado él o ella va a necesitar saber que podrá contar contigo en las buenas y las malas, y por otro, es un gusto que brindes ese apoyo, te hace sentir que estás haciendo las cosas bien.