Florcita Talks About Love❣

Imagen: Google Las decepciones son el pan nuestro de cada día, porque siempre estamos a la espera de algo y cuando no es lo que creíamos llegan estas a decirnos... ¿Qué tal? Jajaja. No sólo en el amor existen decepciones, realmente creo que en cualquier aspecto de la vida están presentes. Sonn como ese balde de agua fría que en momentos necesitamos para abrir los ojos ante situaciones específicas. En el amor son muy comunes. Es verdad, pasan más de lo normal, pero es porque como seres humanos queremos recibir lo que damos y cuando no es lo que esperábamos entonces nos decepcionamos. Ejemplo, creemos que una persona es de una forma en específico, esto puede pasar en una relación que comienza por internet sin verse personalmente o cuando conocemos a alguien en persona con la que sólo hablábamos por mensajes, al verlas son totalmente diferentes y si esas diferencias no nos gustan entonces nos decepcionamos, y es un sentimiento molesto. Es algo como rabia, con dolor y

 Imagen: Google Todos en algún momento de nuestra vida hemos vivido algunos mal de amores, y es que si es cierto que estar enamorado es maravilloso, también tiene su lado malo, que es cuando no resulta y se convierte en un mal de amor. Puedo decir que los he experimentado y muchas veces. Algunos más dolorosos que otros pero hemos sobrevivido...¡Jajaja! Lo cierto es, que de todos aprendemos algo. Obviamente no es agradable pasar por un mal de amor, creo que es una de las partes del amor más tristes, que te enamores de alguien y este no sienta lo mismo, o que te sean infiel y esto acabe con la relación. Hay varias formar de que un amor se convierta en un mal de amor. Pero tranquilos queridos lovers esto no nos matará... Aunque no lo crean nos hará más fuertes y nos enseñará algunas cosas que más adelante en la vida, entenderemos. Cuando estén pasando por un mal de amor, no se sientan tontos porque si duele pues hay que deshacernos de ese dolor y llorar o estar triste

Imagen: Google Cuando la vida te dice que no, es mejor hacerle caso… Estaba prácticamente comenzando la universidad, tenía 17 años recién cumplidos,   aún seguían presentes los bonitos recuerdos de la secundaria. Un día, voy caminando tranquilamente   por los pasillos de la uni cuando lo vi y quedé totalmente flechada; era un chico muy, muy guapo. Le dije a mi amiga que había visto a alguien que me había cautivado, ella me pidió que se lo mostrara y me dijo “¡Ohh si, es realmente guapo, tienes que conocerlo!” Días después, coincidimos. Mi amiga y él tenían amigos en común y nos presentaron. Él tenía cara de inocencia, de ser un chico tímido y callado; me cayó bastante bien, fue simpático. Después de allí, yo lo veía muy a menudo en las horas libres que tenía entre clase y clase y me ponía a charlar con él, eran conversaciones largas y extendidas, en una de esas le comenté que me habían dejado un trabajo, pero que no sabía cómo llevarlo a cabo porque era algo muy inusual

¿Que mejor manera de ser feliz, que bailando? Y es que me encanta porque sirve de ejercicio, te desestresa y lo mejor es que te diviertes un montón . Para los que no sabían, a parte de ser un apasionada por el amor, también lo soy del arte de bailar. No soy una bailarina experta en ningún ritmo, pero me encanta hacerlo y me hace muy feliz. Bailo desde antes de nacer, y es que sí, porque mi mamá mientras estaba embarazada de mi trabajaba de bailarina, y siempre le ha fascinado bailar. Pero muy particularmente la noche y madrugada antes de nacer mi mamá y mi papá estaban de rumba y cuando llegaron a la casa pues yo decidí que era momento de conocer el mundo. Por lo que casi casi nazco bailando... ¡Jajaja! De pequeña imitiba a Shakira; era mi ídolo y hoy en día sigue siendolo. Como a los 5 años me inscribieron en clases de ballet, pero eso no duro mucho porque era una rutina bastante exigente con la que no pude. En cualquier acto del colegio en el que pudiera ba